Intervención y Modificación de conductas disruptivas Infantiles:
Lo primero a tener en cuenta es que, aunque buscamos un
cambio de actitud, la mejor manera de producirlo con niños menores de 8 años,
es cambiando cada conducta una a una.
Para cambiar estas conductas, lo primero que debemos hacer
es identificarlas, definirlas y delimitarlas. Si registramos todas las
conductas inadecuadas de nuestro hijo o hija es posible que detectemos un patrón
de comportamiento y así sea más sencilla la intervención.
En general los niños
no hacen las cosas de manera inadecuada para molestar sino porque les funciona
o porque no saben hacerlas de otra manera por lo que si identificamos las
conductas problemáticas podremos enseñarles alternativas de conducta más
adecuadas.
Rutina y consistencia. Sin duda, los niños agradecen las rutinas.
Saber lo que va a ocurrir les proporciona seguridad y les permite anticipar las
consecuencias de su comportamiento. Establecer una rutina diaria y unas normas
estables les ayudará a entender qué es lo que deben hacer en cada momento.
Refuerzo y castigo: Tan importante es castigar conductas
inadecuadas como premiar las adecuadas. Con niños pequeños, lo más sencillo y
eficaz será utilizar la retirada de atención como castigo y el refuerzo social
como premio. Así mismo, cuando un niño o niña está pidiendo o haciendo las
cosas de una manera inadecuada, es importante que le digamos cómo puede hacerlo
de manera correcta. Por ejemplo, si lo pides sin gritar y sin llorar te
atiendo.
Soluciona psicología Granada
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