Los tres pilares de las relaciones de pareja:
Hace más de 20 años, el estadounidense Robert
Sternberg postulo la teoría triangular del amor sobre la que se han
fundamentado las diferentes terapias de pareja de los últimos años. Según este
autor, la combinación de Intimidad, la
Pasión y el Compromiso, daban lugar a diferentes tipos de relaciones. De esta
forma diferenció hasta 7 tipos de relaciones dependiendo de una mayor
prevalencía de uno u otro factor.
Las relaciones en las que prevalecía la
intimidad y la pasión eran consideradas un tipo de relación más romántica
mientras que aquellas en las que prevalecía el compromiso eran denominadas del
tipo de relación vacía.
A la hora de llevar estos conceptos a la
terapia de pareja y tratar de analizar con ambos miembros qué tipo de relación
consideraban que tenían, nos dimos cuenta de que en España esta terminología
ocasionaba bastante confusión por lo que decidimos cambiar el concepto de
intimidad por el de amistad siendo mucho más fácil de comprender y de trabajar.
Pasión, Amistad y Compromiso eran
nuestra receta para una buena relación.
Tal y como explicamos a nuestros pacientes,
las relaciones empiezan por la pasión.
La atracción físicoquímica que experimentamos al interaccionar con otra persona
nos motiva para establecer (o profundizar, según el caso) una amistad. Si al tratar de establecer una
amistad no se encuentran puntos de comprensión, afinidad o complicidad, esa
relación que habremos mantenido será una relación pasional pero no una relación
de amor pleno.
En cambio, si realmente congeniamos bien y esa amistad se va
consolidando, la pareja buscará un compromiso
común sobre el cual establecer su relación.
La palabra compromiso suele tener
grandes connotaciones tanto positivas como negativas pero realmente se refiere
a la forma que tenemos de entender la relación.
Si un miembro de la pareja
desea una relación abierta a relaciones con otras parejas y el otro cónyuge no, posiblemente
no tengamos una relación de amor pleno puesto que los valores sobre los que
construir los proyectos no son los mismos para los dos. En cambio, si ambos
miembros de la pareja entendemos la relación de una manera similar y estamos
dispuestos a trabajar por solventar los obstáculos que puedan surgir a lo largo
de la relación, empezaremos a disfrutar de una relación plena.
Ni Sterberg, ni nosotros, decimos que los
otros tipos de relaciones no sean relaciones de amor. El amor es una emoción
que se siente sin lugar a dudas aunque no haya el mismo compromiso ni la misma
complicidad pero las relaciones de amor pleno son aquellas que nos proporcionan
una mayor salud emocional y mayores momentos de felicidad por lo que es importante
trabajar para conseguir disfrutar de ellas.
Si tenemos claro este esquema, y
somos honestos, podremos ver que aspectos de nuestra relación están fallando y
así buscar la forma de solucionarlos y avanzar en nuestra relación.
¿Estoy tratando y
comprendiendo a mi pareja como un buen amigo o como un enemigo?
¿Entendemos la
relación de la misma manera?
¿Tenemos espacios
de intimidad y pasión?
Estas son algunas de las preguntas que
podemos hacernos para valorar el lugar en el que nos encontramos y el lugar
hacia donde podemos trabajar pero cabe señalar que si uno de los dos no tiene
interés por trabajar es mejor descansar y esperar el momento oportuno antes de
que tan solo uno luche o trabaje por la relación.
¡Mucha suerte con vuestras relaciones de
pareja!
Si este artículo no os ha aclarado mucho
siempre podéis recurrir a la terapia de pareja para que os ayuden a acercar
vuestras posturas y ver alternativas de funcionamiento.