¿Qué podemos hacer cuando los niños se niegan a comer?
En primer lugar hay que comprobar que no se trata de ninguna enfermedad física ni ninguna intolerancia alimentaria. Sino es así, la causa más frecuente de este trastorno puede ser la necesidad de atención y la búsqueda de límites. Para ello, es recomendable tener en cuenta las siguientes pautas o recomendaciones:
- Si un niño llama la atención, es porque la necesita pero no debemos proporcionársela ante conductas inadecuadas como No comer. Paralelamente a toda intervención relacionada con el ámbito de la alimentación, debemos buscar espacios donde relacionarnos con nuestro hijo/a de manera exclusiva. Atenderle sin que interfieran o interrumpan otros adultos, hermanos o teléfonos móviles.
- Evitar que coma entre medias de las comidas.
- A la hora de
comer, merendar o cenar, hacerlo siempre siguiendo una serie de pautas:
- Tratar de comer a la misma
hora y en el mismo lugar.
- Comer sin televisión ni
juguetes que le puedan distraer.
- Poner cantidades pequeñas de
comida para poder asegurarnos el éxito y poder felicitar al niño por lo
bien que lo ha hecho.
- No hacer de la comida un
tema de discusión ni una lucha de poder.
- No exceder el tiempo de la
comida más de 45 minutos. Si en 45 minutos no ha comido, se retira la
comida hasta la siguiente comida. Es recomendable poner un reloj delante
del niño para que vea que al llegar la aguja a la hora se le retirará el
plato y ya no podrá comer hasta la hora de la merienda o la cena, según
corresponda.
- Tratar de comer en un
ambiente relajado, si el niño está tenso es posible que no sienta hambre.
- No olvidarnos de atender al
niño cuando lo haga bien, aunque haya sido el plato que más le gusta y
poca cantidad hay que reforzarle lo bien que lo ha hecho y lo que nos
gusta cuando come bien. De esta forma, estamos dando más importante a lo
que hace bien (comer) que a lo que hace mal (no comer) y aumentamos la
posibilidad de que esta conducta vuelva a repetirse.